Acaba de salir publicado en el DOE de 1 de Octubre el Decreto que modifica los Estatutos de la UEX para adecuarlos a la LOMLOU. De la sesión de Claustro de 22 de marzo, en la que se acordó iniciar el proceso de modificación, recuerdo que intervine defendiendo que se hiciera en ese momento una mera adaptación a la ley y se dejara para más adelante, con el nuevo Claustro que estamos ahora eligiendo, una reforma más profunda, no solo con el fin de ajustarnos al marco legal, sino con el propósito de buscar respuestas a los retos de modernización y eficiencia que se le presentan a la institución y hacerlo, como en anteriores ocasiones, con un espíritu de concordia y pacto con todos los sectores de la comunidad universitaria. No olvidemos que el Estatuto es nuestra norma básica de convivencia y una de las herramientas de que disponemos para hacer posibles los fines de la institución. Con el nuevo Claustro que se elija abordaremos ese proceso de reforma de forma participativa y enriquecedora.
También se decidió, a raíz de una intervención mía y propuesta de otro claustral que fue finalmente aprobada, que excepcionalmente se modificara el artículo correspondiente a la elección del Defensor Universitario. Yo entendía que era necesario el cambio después de varios intentos sin éxito e hice notar que solo tres universidades públicas españolas se encontraban en ese momento sin Defensor Universitario: la Laguna, El País Vasco y Extremadura. La nueva redacción del Estatuto rebaja la exigencia de votos necesarios para la elección, que ahora ha quedado estipulada en la obtención de los votos de más de un tercio de los claustrales. Pondré todos los medios a mi alcance para posibilitar su elección, dando definitivamente cumplimiento al mandato estatutario y beneficiando a la comunidad universitaria de una figura que ha de velar por el respeto a los derechos y libertades de los profesores, los estudiantes y el personal de administración y servicios.